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sábado, 4 de abril de 2009

Una mezcla letal

Alcohol, velocidad e inconciencia es una mezcla que puede ser mortal ya sea para el conductor como para los pasajeros que transporta un auto, una moto o un vehículo de carga de personas. En estos tiempos en donde es bastante raro que el auto sufra un desperfecto que pueda afectar vidas y el aumento de dispositivos de seguridad en los vehículos tales como el airbag, freno ABS, cinturones de seguridad inerciales, etc, la responsabilidad recae casi completamente sobre el conductor. Justamente es por eso que se intenta por todos los medios la concientización, como vimos en el artículo anterior, se crean programas para evitar que se ingiera alcohol al conducir, etc. Exactamente el tema del alcohol se tratará en esta nota. Últimamente es común escuchar que el máximo de alcohol en sangre para estar habilitado para conducir es de 0,5 grs, de 0,2 en moto y de 0,0 en vehículos de transporte de pasajeros, pero…¿es esto así?

Definitivamente no es tan así. La cantidad de alcohol depende de la persona, de su contextura física, de su edad, de los alimentos ingeridos antes. A muchas personas con una vaso de cerveza ya se las puede notar eufóricas, con cansancio; mientras que a otras personas uno, dos o tres vasos de la misma bebida no los afecta en absoluto. Es por ello que los 0,5 grs no es una ley a rajatabla. Lo ideal siempre es no consumir nada de alcohol, y no estar pendiente de “si voy por esta avenida capaz están los controles de alcoholemia”, sino tomar conciencia de que lo que ganas estando sobrio es algo tan sencillo como ¡cuidar tu propia vida!


En las líneas siguientes hay un pequeño listado de algunas de las consecuencias de la ingesta de alcohol:

En pequeñas cantidades puede:

» Perturbar la razón y el juicio

» Retardar los reflejos

» Dificultar el habla y el control muscular

» Provocar la pérdida del equilibrio

» Disminuir la agudeza visual y auditiva

» Aumentar el tiempo de reacción

» Desinhibir, provocar sensación de euforia, locuacidad.


En grandes cantidades puede:

» Provocar pérdida de conocimiento

» Dificultar la respiración

» Alterar el funcionamiento general del hígado provocando un daño celular que
se traduce, finalmente, en cirrosis hepática.

» Provocar hemorragia digestiva

» Causar la muerte por parálisis respiratoria y compromiso cardiovascular.

Extraído de: Conace Drogas


La suma de todo esto puede causar indefectiblemente la muerte. Entonces, ¿qué nos cuesta admitir que no somos inmortales?



domingo, 29 de marzo de 2009

Crimen y Castigo

Bastante intentan hacer los medios y el gobierno de turno en la concientización y el mejoramiento del tránsito en la ciudad de Buenos Aires. Pero evidentemente no alcanza.


Son muchos los cartelitos amarillos que vemos por las calles, con frases que para la mayoría de los ciudadanos nada significan o, mejor dicho, nada les importa. “Si conducis no bebas”, “No manejes a altas velocidades”, “Lleva a tu hijo en el asiento trasero”, “No corras picadas”, son algunos de los consejos que imparte el gobierno y diversas organizaciones no gubernamentales al respecto. Pero a pesar de las indicaciones, de las multas, de la quita de puntos al conductor, de los accidentes, parece ser que dichos afiches son solo una decoración más de la hermosa Capital Federal. También existen campañas en televisión, radio y medios gráficos, hasta incluso carteles móviles en los partidos de fútbol locales, todas intentando apuntar al mismo objetivo. Pero en este país, un afiche, un consejo, una palabra no alcanza. Recién a partir de implementar “castigos” cuando se comete una infracción se comienza a cambiar la actitud en algunos casos. Ya sea el caso del Sistema de Evaluación Permanente de Conductores (SEPC), una ley de tránsito implementada por el jefe de gobierno Mauricio Macri que consiste en la asignación de un puntaje a cada conductor y el descuento de puntos en función de las infracciones cometidas, o las tradicionales multas, foto multas, controles de alcoholemia, programa de conductor responsable en donde al conductor tras salir de un lugar nocturno se le hace un control de alcoholemia y si da con un nivel de alcohol en sangre de 0.0 gr/l el grupo se hará acreedor de los beneficios que se dispongan, radares y demás.


Recién entonces, en el preciso momento en que efectúan este tipo de controles, que a cada conductor afecta individualmente, tocándole el bolsillo o llevándose su auto, ahí hacen todo lo posible por cumplir la norma, o por lo menos simulan cumplirla.

miércoles, 25 de marzo de 2009

sábado, 21 de marzo de 2009

Mejor tarde que nunca...

Básicamente se inaugura este blog que apunta a un problema claro y conciso como lo es el tránsito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Siendo peatones, automovilistas, motociclistas, usuarios del transporte público estamos poniendo nuestra vida en constante peligro, al asumir cotidianamente conductas que lejos de estar vinculadas al bien común denotan nuestro marcado individualismo. Justamente en relación a esto, ya se ha dado a conocer el Informe Anual de la Defensoría del Pueblo. Según las estadísticas de dicho informe, casi la mitad de la gente que murió el año pasado en accidentes de tránsito fueron peatones. Y esto se debe a numerosas causas, como por ejemplo que los conductores no los respeten al invadir las sendas peatonales, cruzar con el semáforo en rojo, exceder límites de velocidad o conducir alcoholizados; pero este riesgo se intensifica cuando los transeúntes cruzan la calle hablando por celular o mandando mensajes de texto, como es posible ver en cualquier esquina de la Capital Federal. Y no sólo los peatones, sino más grave aún es cuando los automovilistas conducen hablando o “mensajeando”, convirtiéndose esto en un potencial accidente. Entonces, mientras que en las rutas las víctimas se transportan en vehículo, en la Ciudad de Buenos Aires, las cifras muestran que los peatones constituyen el grupo más vulnerable por tener mayor riesgo de muerte.


El Informe de la Defensoría del Pueblo cuenta con un “Programa de Prevención en Seguridad Vial”, el cual se sustenta en dos premisas fundamentales:


1) El tema debe ser encarado desde el marco conceptual de la defensa de los derechos humanos. La inseguridad vial, con su secuela de muertes y lesiones, vulnera el derecho a la vida, a la integridad física y a una convivencia social respetuosa y con menores índices de riesgo evitable.

2) Los siniestros viales no son accidentales. Resulta erróneo denominar "accidentes de tránsito" a los siniestros viales, ya que los mismos constituyen un tema complejo cuyas causas son previsibles, y por lo tanto, sus efectos pueden ser evitables o por lo menos, plausibles de disminuir.


En relación a esto, se han desarrollado actividades durante el 2008 que se orientaron hacia la comunidad a través de campañas de difusión y concientización, como en la que participó el Automóvil Club Argentino (ACA) en dónde se entregaron volantes a través de la unidad que otorga licencias de conducir.

Pero evidentemente esto no alcanza. Los números de muertos y heridos se mantienen iguales o aumentan, dando como resultado un total de 33 víctimas de accidentes por día en 2008. Es necesaria una importante campaña de concientización e información sobre seguridad vial, y la real aplicación por parte de los conductores de las normas de tránsito vigentes. Pero…¿es realmente esto posible?